Si hay una norma general para maridar los platos con vinos es que “los pescados y mariscos con blanco y la carne con tinto”, aunque normalmente es así, no es una norma fija ya que como toda norma tiene sus excepciones, esto puede variar dependiendo de la forma en como se prepare el plato y los ingredientes añadidos.
Pasarte horas en la cocina preparando tu plato estrella, para luego no potenciarla con un vino rico, sería absurdo, incluso en la cabeza de muchos, impensable. Acompañar las comidas con vino, es una de las costumbres preferidas de la mayoría, tanto es así que estamos acostumbrados a ver el tópico de ir a comer a casa de alguien y que el invitado traiga un vino en la mano a modo de obsequio, realmente no es por hacer un regalo, es por el temor de que en esa casa no haya vino, es una forma de asegurarse de que la velada será todo un éxito. Desde hace muchos, muchos años en todas las ocasiones especiales había un buen vino ya fuese para celebrar o para ahogar penas.
Son muchos los amantes del vino blanco, por eso en este post proponemos que en vez de seleccionar la comida y luego elegir el vino, este verano hagámoslo al revés, ten a mano unas botellas de Pazo da Bouciña y luego selecciona uno de estos platos para acompañarlo. Un vino blanco siempre será un acierto si le sumamos un marisco, aunque hay una gran variedad de ellos, un Albariño nunca fallará; si eres más de arroces y paellas podremos decir lo mismo que del marisco, un vino blanco será el acompañante perfecto y tendrás el éxito asegurado frente a tus invitados.
Las verduras, quesos y ensaladas son otra opción con la cual irás a un acierto seguro acompañándolo de blanco, y por supuesto el pescado, este plato siempre debes acompañarlo con blanco, un estudio realizado por un grupo de científicos japoneses llegó a la conclusión de que cuanta más cantidad de hierro se encuentre en el vino peor, ya que dejará un sabor muy desagradable, como a metálico, el vino tinto contiene mucha cantidad de esta sustancia por lo que no es recomendable acompañarlo con pescados.
En cuanto al Albariño, nunca debe de maridarse con la carne roja, quesos azules muy picantes o postres muy dulces. Antes hemos comentado que la carne no debe ir con el vino blanco pero toda regla tiene su excepción, si hablamos de una carne blanca no muy especiada (como puede ser pavo, pato, conejo, capón, pularda…) podremos acompañarla perfectamente con nuestro Albariño preferido, todo dependerá del tipo de carne y de como esté preparada.
Disfruta intensamente el verano preparando y organizando paellas, mariscadas, ensaladitas… y recuerda tener a mano siempre un Albariño para maridar todos estos platos, en los cuales es casi una obligación acompañarlos con blanco, las buenas relaciones no deben romperse.
Como conclusión, nunca debe faltar una buena botella de Albariño en casa para conquistar a tus invitados.
